miércoles, 16 de febrero de 2011

Where the city is, en Berlín




El crecimiento, la expansión, el germen, el detalle, lo humano, el corazón de la ciudad, el corazón de la gente.

La ciudad se basa en pequeñas cosas, nace en rincones y muere en anchas avenidas. Encontrar el nacimiento de la ciudad, los detalles que la humanizan, ese es el cometido del ser humano de hoy, aquel que no se resigan a ver su hogar como algo separado de sí, sino como una prolongación de su cuerpo y de su presencia en el mundo.

A través de pequeñas piedras blancas, cuya punta tallada puede recordarnos desde una pequeña casa hasta una colosal pirámide, la instalación Where the city is quiere poner en valor esos detalles y rincones que son el alma de la ciudad, porque es ahí donde la ciudad está realmente.

En los días presentes vemos con claridad que es cierto que las ciudades tienen un corazón, un punto central, que late bajo los pies de sus caminantes. Cuando ese corazón enlaza con el corazón de la gente, encontramos el sentido de habitar, y la ciudad vuelve a ser una prolongación de nosotros, que recuperamos y vivimos. El ser humano despierta, se humaniza y reclama aquello que le pertenece, los espacios, las libertades, los derechos.

Las revoluciones comienzan con pequeños cantos, el aleteo de una mariposa despliega un huracán, el blanco es el color más cegador que existe.

De la basura resurge aquello que acabará con la basura del mundo. La nueva ciudad, el hombre nuevo, el orden que limpia el desorden.

Donde todo comienza, la ciudad nace y el hombre vive.

Intervención "Where the city is" en Berlín, Alemania.

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